En un trabajo publicado hace poco en la Universidad de Glasgow, se presentó un nuevo sistema de imagen en 3D que, gracias a algoritmos de aprendizaje automático, consigue explotar la información registrada en el tiempo de retorno de ondas que se reflejan múltiples veces. Este método, que se ha bautizado como «ecos multicamino», no solo permite localizar la posición de un objeto, sino también conocer su forma e incluso extraer información sobre los signos vitales de un individuo.
Además, la técnica respeta en todo momento la privacidad de las personas, ya que no requiere ninguna cámara. Ello promete importantes avances en materia de seguridad y en vigilancia de personas mayores o pacientes en hospitales, entre otras aplicaciones.
De los murciélagos al lídar
En el caso de los murciélagos, su complejo sistema de ecolocalización les permite emitir breves pulsos de onda a distintas frecuencias. A su vez, el tiempo de retorno de esas ondas proporciona información sobre la distancia a la que se encuentra un obstáculo con una resolución espacial inferior a la décima de milímetro. La diferencia en el tiempo de retorno en cada una de las orejas indica al animal si el obstáculo se encuentra a su derecha o a su izquierda con una precisión de hasta 2 grados, mientras que la forma de las orejas le permite obtener información sobre la altitud del objeto.
Además, el sistema auditivo de los murciélagos es tan preciso que les informa de si una presa se acerca o se aleja de ellos, de manera similar a los sistemas de tráfico por radar basados en el efecto Doppler. Este sentido también les permite distinguir entre texturas e incluso formas, lo que los convierte en los grandes depredadores que son durante la noche.
Fuente: Revista Investigación y Ciencia.